viernes, 22 de mayo de 2015

Mi afición: juegos de mesa, wargames y demás.


Tenía un tablero como este
 Empecé a interesarme en los juegos de mesa ya de muy joven, con el ajedrez. Cada movimiento cuenta en este juego y en que tienes que aprovechar al máximo tus piezas para posicionarte y dar jaque mate.  EL gusanito me llego porque mi abuelo me compro fascículos de ajedrez con figuras de bola de dragón, donde se hacían esquemas de tácticas muy amenos y entendibles.

Ejemplo de ejército
 Siempre me ha gustado pensar y los juegos de táctica, hasta en los entretenimientos digitales como los videojuegos los uso.
Mi interés con este tipo de juegos fuera de los típicos como ajedrez y el parchís aumento por el hecho de que vi con los amigos una tienda de figuras donde nos fijamos en un juego llamado Warhammer.

Un juego de temática fantástica (también existe la versión futurista llamada Warhammer 40.000) en  el que figuras pintadas y montadas por uno mismo se disputaban en batalla. También hay un reglamento, donde se explican las normas del juego y en el que generalmente se tiran dados de 6 para decidir el resultado de la contienda.

Desgraciadamente cuando empecé en este mundillo de las figuras mi hermano pequeño (el tenía 5 años entonces)  me las desmonto y perdí la motivación inicial.
Al cabo de unos años pensé: ¿Porque no la retomó?
Parte de mi colección de enanos sobre los inicios de
mí proyecto de colina
Así que me puse las pilas, de duracel y todo y me volví de llenó al mundillo, poniéndome a pintar montar y a aprenderme el nuevo reglamento, que con los años varió un poco.


Llevo desde entonces 7 años en el hobby, y dispongo de una buena colección de miniaturas: desde enanos, goblinsy hombres rata hasta marines del espacio tanto de la tierra como de planetas nórdicos.


Colina completada hecha a base de cartón y papel
He llegado a hacer partidas donde ha participado toda mi colección. Y me acuerdo de una en concreto en la que había más de 500 miniaturas por bando. La que llame la Batalla Final por el mundo de Rynn (un planeta ficticio del universo de warhammer 40.000), que fue el final de una campaña que organice junto a un colega. Fue realmente épico aunque perdiera, ya que no es lo más importante ganar, sino pasarlo bien y echar unas risas, que es en fin lo primordial de cualquier juego.

También prima mucho la parte artística, en la que hay gente que pinta muy bien (yo no me incluyo, soy normalillo). Hay gente que realmente crea verdaderas obras de arte, dignas de admiración.

Ejemplo de miniatura bien pintada
Incluso existen libros de trasfondo sobre estos universos, donde se relatan tanto costumbres de cada cultura fantástica como conflictos y batallas dramáticas.
Ejemplo de partida de Descent 2º edición
Existen más juegos de pensar y de wargames aparte de warhammer, pero este es mi predilecto, aunque también me gustan juegos de tablero como el Space Hulk o el Descent que son más del estilo de dungeon crawler (es decir dé mazmorras sin elementos de rol , pero sí de elementos de casillas que vas explorando calabozos).


En resumen, que los juegos de pensar ayudan al crecimiento de la mente y a veces de nuestra faceta más artística. 
Aparte también a conocer gente nueva y a pasar ratos entretenidos.
Diorama ganador de una Golden Demon

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